miércoles, 3 de marzo de 2010

PRIMERA SESIÓN DEL CLUB DE LECTURA. ANÁLISIS DEL AMANTE DE LADY CHATTERLEY

Hoy día 3 de marzo nos reunimos en nuestra sede para poner en común  impresiones tras la lectura del primer libro propuesto, El amante de Lady Chatterley, de D.H Lawrence.
Puntuales, un nutrido grupo de socios y amigos, tomamos asiento alrededor de la mesa cargados de notas y ganas de contar nuestras ideas y escuchar las de los otros.
La sesión tuvo una duración de dos horas aproximadamente, tiempo en el cual charlamos largamente acerca de los variados e interesantes temas que propone el libro.
Reproducimos a continuación las reflexiones aportadas;
- Se comenta que el texto ha perdido vigencia. Lo encuentran amable, incluso inocente si lo extrapolamos a nuestra época.
- Algunos socios, autores de novela erótica, señalan el alto contenido sexual de la novela, y manifiestan, con humor, su incapacidad para alcanzar el mismo nivel.
- Llama la atención la prepotencia de la que hace gala Sir Clifford, el esposo de Connie, y el enorme cambio que experimenta a lo largo de la narración.
- Igualmente se comenta la amplia formación estética de las mujeres protagonistas. Connie y su hermana sorprenden por su adelantamiento a la época y su libertad.
- Se señala la excesiva caracterización que el autor hace de sus personajes, exceptuando el principal, la misma Lady Chatterley. Eso sí, de modo psicológico y en menor medida físico.
- Un socio nos llama la atención sobre el paralelismo que ha encontrado con la obra de Anais Nin. En particular con el Delta de Venus. Se comenta que la "pornografía" en esta obra de Lawrence se troca más bien en interés del autor por los instintos primitivos sobre el ser del personaje. Reivindicación de lo carnal y lo pasional por encima de lo intelectual y lo racional.
-Sobre Connie, la Lady Chatterley de Lawrence, se habló largo y tendido. Para algunas socias se trata de una mujer profundamente insatisfecha que busca realizarse. En principio a través de un hijo, pero se llega a la conclusión de que en cuanto encuentra el verdadero placer en brazos de Mellors, bien hubiese podido olvidar la idea de la concepción. El objetivo de llenar su vida ya estaba cumplido.
Para otros pasa de ser una mujer para la cual un hombre carece de interés si olvida los aspectos intelectuales que atañen al ser humano, a no hablar en absoluto ni buscar la conversación. Primero con su esposo y los amigos de éste, más tarde con su primer amante Michaelis y posteriormente con Mellors, a quién algún socio apunta que se pliega como una verdadera esclava, soportando sus iras y sus desprecios y doliéndose más tarde del hecho de que él no acepte del todo convencido la idea de la paternidad.
Se señala por otro lado la gran infelicidad que rápidamente embarga a la protagonista. A su abandono como hembra hay que unir el fracaso de su breve relación con el escritor Michaelis, con quién, sin embargo, parecía feliz, y la vaguedad de sus relaciones con el guardabosque. Más que la señora de Wragby se muestra como una mujer a la espera de un gesto cariñoso o una palabra amable, aceptando con resignación su suerte. Se apunta que podría ser posible que sus diferencias sociales le impidiesen comportarse del modo que el hombre conocía y resultaba habitual para  él, explicando así el extraño comportamiento de la mujer con su amante.
Se hace notar la diferencia que desde el principio el autor parece querer señalar entre los miembros del matrimonio. Se presenta a una lady algo rolliza y rústica, quizá no demasiado a la altura de su señorial esposo. Esto podría ser una causa más de sus problemas.
Connie comienza acatando su destino y plegándose a él para terminar solicitando abiertamente el divorcio con el objeto de convivir y dar a luz al hijo de un obrero.
Nadie la demoniza, La señora Bolton se muestra comprensiva, incluso su hermana y su padre, aunque dejan bien claras las diferencias de clases que incluso hacen dudar en algún momento a la protagonista.
- Alguno de nosotros ha señalado su incapacidad para terminar el libro. Se ha definido como verboso, excesivamente descriptivo y en definitiva han decidido abandonar su lectura.
Otros, en cambio, se han mostrado entusiasmados. Algunos en su segunda lectura tras años, con lo que han captado la esencia más en profundidad, y otros ante una primera lectura realmente satisfactoria.
- Un socio ha comentado que, de haber sido el autor, habría dibujado a Mellors de un modo más humano. Pero ha sido rebatido por quienes consideran que el guardabosque es, precisamente, el personaje más humano del libro. El que más ha sufrido y sufrirá en el final ante la situación a la que se ha visto abocado sin pretenderlo. Su retiro voluntario de la "vida humana en sociedad" se ha trastocado por completo con la llegada de Connie, la mujer que le hará sentir vivo de nuevo muy a su pesar.
- Se encuentra reseñable el retroceso incial en las relaciones que se establecen en la obra; Clifford y la señora Bolton pasan de una relación señor-criada a un enfermizo amor que convierte a Lord Chatterley en una especie de niño con cuerpo de hombre. Igualmente Connie comienza sus relaciones con unas reticencias que desembocan invariablemente en la consumación de las mismas.
- Resultó interesante el modo en que al autor habla por boca de una mujer y su capacidad para penetrar en la psique femenina. Algo que se ha visto en numerosas ocasiones a lo largo de la historia de la literatura en las grandes mujeres tales como Penélope en la Ilíada de Homero, Madame Bovary de Flaubert o Ana Ozores en La Regenta de Alas Clarín, por citar sólo a unas pocas.
- Mellors pone en nuestra boca la idea que tenía el autor de la influencia nada positiva que la mujer ejerce sobre el hombre. Lo observamos en las conversaciones que mantiene con Connie y en las que relata sus fracasadas experiencias anteriores, en particular el fracasado matrimonio con la mujer de la que habrá de divorciarse.
- Se llega a la conclusión de que, a pesar de habe sido considerada así en su época, en los primeros años del siglo XX, la obra no tiene nada de pornográfica y mucho de una sensualidad nacida directamente de las fuentes mismas de la vida.
- A través de las relaciones de Connie y Mellors, el autor hace una crítica contra la sociedad de su época, un mundo sin sntimientos, frío, invadido por la industrialización y la mecanización.
- Por último, se ha comentado el triste sabor de boca que nos deja el final. Se ha considerado pobre y poco satisfactorio, aunque con la carta de Mellors a Connie se aclaren los puntos fundamentales para el lector.
- Uno de los socios ha recomendado un libro de temática parecida: Las cerezas del Cementerio, del español Gabriel Miró. Narra los amores de un joven estudiante de ingeniería con una mujer madura casada infelizmente con un naviero inglés de fortuna. Encontramos aquí de nuevo un retrato de la anquilosada sociedad de principios del XX.

La primera sesión se ha cerrado dejándonos el mejor sabor de boca. Esperamos la llegada del próximo 7 de abril par repetir la experiencia con el segundo libro propuesto en nuestro club: Nada, de Carmen Laforet.
Os animamos a su lectura. Iremos dando puntual información sobre la obra y otras recomendaciones literarias y os emplazamos tras la Semana Santa en nuestra sede de la Calle Zoila nº 20, bajo.
Un saludo y gracias a todos por vuestra confianza y amistad.

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